La Belesa, Plumbago europaea, es una hierba que se seca todos los años en invierno y vuelve a retoñar en primavera. Sus vástagos, de un verde oscuro, llegan hasta 1 m de altura, y tiene tallos ramosos.
Descripción Botánica de la Belesa
Las hojas, un poco ásperas al tacto, son onduladas, con los bordes denticulados, y de forma diversas según se trate de las inferiores o de las que se forman más arriba.
Las flores de esta especie forman breves espigas en las sumidades de las ramitas. Se componen de un cáliz estrecho, prismático, dividido en cinco dientes. Está cubierto de pelitos glandulares viscosos; la corola tiene forma de embudo, con un largo tubo y cinco lóbulos en lo alto. Su color es de un violeta azulado.
El fruto es pequeñito, seco, y se abre mediante cinco valvas. Florece en verano y otoño y se cría en los borde y caminos.
Propiedades Medicinales de la Belesa :
Es vesicante y rubefaciente en las hojas como la raíz, aplicadas sobre la piel, frescas, machacadas producen una gran inflamación que eleva las ampollas.
Para combatir la sarna en épocas de antaño, se usaba el aceite de belesa con el cual se preparaba el linimento de Sumeire. Se hacía machacando 100 gr de la raíz en 1 litro de aceite hirviendo. Luego, removiendo bien se colaba a través de un lienzo.
La aplicación se hacia utilizando parte del residuo, metido en una muñeca de tela fina. Untándola en el aceite de belesa bien templado. Se hacían las unciones en la parte del cuerpo dañado por la sarna. Este remedio se reputa muy eficaz, pero ha sido causa de muy graves daños por su gran actividad vesicante.