El Eucalipto es un árbol naturalizado de gran porte que podemos encontrar en el bosque mediterráneo y que puede rebasar los 100 m de alto.
A pesar de toda la controversia que crea siempre esta especie de árbol originaria de nuestras antípodas, son incuestionables sus propiedades como especie de rápido crecimiento (aunque yo jamás pondría en mi bosque comestible); tampoco podemos pasar por alto sus innumerables propiedades medicinales. Probablemente sea por ello que aparece en el índice de Plantas Medicinales de La Red Ibérica de Bosques de Alimentos.
Descripción del eucalipto:
En las ramas del árbol ya crecido, las hojas son largas y estrechas, ligeramente curvadas, a manera de guadaña, puntiaguda y de bordes enteros lampiñas, endurecidas y coriáceas, sostenidas por un rabillo de 1,5 a 2,5 cm, y con láminas colocada verticalmente; una vena de color más claro a recorre de la base al ápice, y, por transparencia, se ven otras venas secundarias que, arrancando de la principal, se dirigen a los bordes. Esas hojas se hallan esparcidas en las ramas, no opuestas y de dos en dos, y a contraluz muestran asimismo numerosos lunarcillos pálidos que corresponden a otros tantos pequeños depósitos de esencia.
Las flores del eucalipto:
Las flores se forman y se abren en las sumidades de las ramitas del año anterior. Cada una de ellas nace en el encuentro de una hoja con la rama, y está sostenida por un corto cabillo rechoncho de 0,5 cm. cuando más; está constituida por una especie de urna durísima. Con su tapadera, la cual tiene forma de urna como una figura cónica truncada, el borde redondo, y en los flancos, cuatro cantos muy manifiestos. De manera que se forman otras tantas caras casi planas; entre esos cantos se ven otros filetes realzados, irregulares y menos manifiestos.
En el centro de la flor, cierra el interior de la misma una superficie ligeramente cónica, un poco rugosa. Está humedecida con un néctar dulce, del centro de la cual se levanta el estilo, de 6 a 10 mm de largo. En el seno de la urna se forma y madura el fruto, que es seco y se abre por medio de unas fisuras del disco apical; las simientes son muy pequeñas y numerosas.
Las hojas, los tallos y las flores del eucalipto saben a esencia, y recuerdan el arrayán, que pertenece a esta misma familia.
Cuando Florece el Eucalipto :
En otoño e invierno.
Dónde Se crían el eucaliptos:
Es natural de Australia y Tasmania. Se dice que fue introducida en Argelia en 1854 y en Europa en 1856. En menos de un siglo se ha difundido su cultivo por toda la Península. Este árbol teme al frío intenso.
Cómo Se recolectan las hojas de Eucalipto:
Exclusivamente las hojas falciformes de las ramas adultas, cuando están perfectamente formadas, y se desecan en sitios ventilados.
Composición del Eucalipto :
Las hojas contienen tanino, resina, ácido grasos, etc. Sobre todo, esencia de eucalipto, que, operando con hojas secas, varía desde 1,2 hasta 3%. Esta esencia se compone de cineol o eucaliptol, que predomina, hasta alcanzar más del 80% de la esencia.
Propiedades Medicinales del Eucalipto:
La introducción de estos arboles, se hizo para sanear terrenos bajos y pantanosos, morada de las larvas de mosquitos, y pensando que no sólo acabarían con las charcas y humedales sino con los miasmas del paludismo.
Además, se creía que las hojas de por sí, y administradas a los efectos de paludismo, obrarían como febrífugas. En realidad, ni daña a los mosquitos transmisores de la fiebres ni se quitan a los palúdicos. Pero el rápido desarrollo de este árbol, y la absorción de grandes cantidades de agua del suelo pueden llegar a desecar el terreno. Además produce alelopatía, fenómeno biológico que conlleva efectos perjudiciales que influyen en el crecimiento, supervivencia o reproducción de otros organismos alrededor él.
Por su rápido crecimiento se obtiene madera para la producción de pulpa de papel, cortándolo hasta más de 7 veces.
Las hojas son anticatarrales. Muy útiles contra las inflamaciones de las vías respiratorias y contra los catarros gastrointestinales. Algunos recomiendan contra la diabetes.
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Remedios caseros con Eucalipto:
La infusión se prepara con una o dos hoja, divididas en pedacitos por cada taza de agua hirviendo. Contra la bronquitis y los catarros de las vías respiratorias. En general, tómese un par de tazas al día. Las inhalaciones se hacen con una olla de agua hirviendo a la cual se agrega un puñado de hojas. Se cubre la cabeza y se respira el vapor.
Otra mezcla contra los catarros se prepara con partes iguales en peso de hojas de eucalipto, sumidades de melisa e hisopo. Se pueden añadir hojas de malva y pétalos de amapola. La tisana se prepara con un puñadito de la mezcla y el agua hirviendo. Se endulza y se toma bien caliente. Incorpora una cucharada sopera de agua de azahar.